Uno para todos

Blog

HogarHogar / Blog / Uno para todos

Aug 10, 2023

Uno para todos

29 de agosto de 2023 por Viktor Nikolovski Deja un comentario – En un panorama de la moda en rápida evolución, la distinción tradicional entre ropa de hombre y mujer se está desvaneciendo. marcas de moda modernas

29 de agosto de 2023 por Viktor Nikolovski Deja un comentario

En un panorama de la moda en rápida evolución, la distinción tradicional entre ropa de hombre y mujer se está desvaneciendo. Las marcas de moda modernas desafían las normas convencionales y elaboran prendas que trascienden las fronteras tradicionales de género. Este artículo profundiza en la transformación de la moda, rastreando su viaje desde estilos rígidos específicos de género hasta la fluidez de la moda unisex.

La austeridad y practicidad de la moda masculina es un fenómeno relativamente reciente. Antes del siglo XIX, los hombres europeos hacían alarde de un vestuario diverso y llamativo que atraía la atención de las mujeres. El siglo XVII fue testigo de cómo las mujeres emulaban los estilos de los hombres, adoptaban peinados, ropa campestre e incluso fumaban en pipa. Esta tendencia se extendió a la adopción de tacones, que alguna vez fueron un elemento básico de la moda masculina. Las mujeres querían vestirse como hombres, abrazar la masculinidad. Pero a medida que amanecía el siglo XIX, las tendencias de la moda cambiaron.

La moda masculina se ha vuelto más simplista y práctica. Las joyas y los atuendos elaborados dieron paso a ropa sencilla y minimalista, mientras que los colores vivos, los adornos e incluso la conciencia de la moda se convirtieron en sinónimos de feminidad. Esta división se intensificó aún más a lo largo del siglo XX hasta que figuras icónicas como Coco Chanel iniciaron una revolución.

Inspirándose en la vestimenta de los marineros, presentó los “pantalones de vela” para mujer, un precursor de los pantalones de pierna ancha que ahora son un elemento básico de la moda moderna. Yves Saint Laurent desafió aún más las convenciones al introducir el esmoquin femenino, desafiando las normas sociales y otorgando a las mujeres una sensación de empoderamiento. Y si las mujeres pueden usar trajes de pantalón, ¿por qué los hombres no pueden usar faldas? Esta pregunta fue el catalizador de una nueva transformación de la moda.

La década de 1990 fue testigo de una mayor evolución de la moda unisex, eliminando la rígida dicotomía entre los guardarropas de hombres y mujeres. En esta época, el tamaño era el único factor que distinguía las prendas.

La ropa de género neutro vuelve a ser tema de debate en la industria de la moda. Comenzó con JW Anderson, desafiando audazmente las normas de género al presentar colecciones neutrales en cuanto al género en la prestigiosa pasarela de Londres. Inicialmente recibidas con escepticismo, las blusas unisex con lazo de Anderson dejaron al público perplejo. Sin embargo, el visionario modisto continuó superando los límites, introduciendo la moda unisex en la corriente principal y ganándose una base de fans cada vez mayor.

La influencia de esta tendencia pronto fue amplificada por otros diseñadores notables, solidificando aún más su lugar en la industria. Riccardo Tisci, el visionario director creativo de Givenchy en ese momento, abrazó el movimiento introduciendo faldas de punto estilo pantalón en la pasarela. Este paso audaz desdibujó las líneas tradicionales y demostró la perfecta compatibilidad de varios elementos de la vestimenta, independientemente del género asignado históricamente.

La ola de moda unisex no se detuvo ahí. Miuccia Prada, un nombre venerable en el mundo de la moda, apoyó el movimiento. Declaró audazmente su intención de desmantelar las fronteras de género, mostrando conjuntos que combinaban sin esfuerzo ropa masculina con zapatos de mujer. Esta proclamación resonó fuertemente y sirvió como testimonio del poder duradero y la relevancia de la moda unisex.

Recientemente, la difuminación de las distinciones de género en la moda se ha convertido en una norma arraigada. Los desfiles cruzados, en los que modelos de ambos sexos desfilan por la pasarela ataviados con atuendos similares, se han vuelto emblemáticos de este cambio de paradigma. Alessandro Michele, la fuerza creativa detrás de Gucci, resume este sentimiento de manera sucinta, afirmando que la fusión de la moda femenina y masculina se siente innatamente orgánica, y que la moda unisex no es una fase pasajera sino un movimiento que cambiará la industria de la moda para siempre.

La moda unisex ha trascendido sus orígenes en las pasarelas de lujo, extendiendo su influencia a todos los segmentos del mercado. Este movimiento transformador ha encontrado un hogar no sólo en marcas premium como Gucci, Rick Owens y Rad Hourani, sino también en el ámbito del mercado masivo, con H&M y Zara defendiendo la vestimenta neutral en cuanto al género. La ola unisex ha irrumpido incluso en la moda infantil, alejándose significativamente de las normas tradicionales.

John Lewis, un actor destacado en el panorama minorista, ha hecho una rotunda declaración de cambio. La firma ha apostado por eliminar las divisiones de género dentro de sus colecciones infantiles. Este movimiento pionero hacia la ropa infantil unisex refleja un espíritu progresista, donde las etiquetas adoptarán descriptores más inclusivos que “niñas y niños”. Estos pasos indican una evolución de la industria que busca liberarse de los casilleros tradicionales y fomentar un entorno más abierto y diverso.

En los últimos años, cada vez más marcas han adoptado ropa de género neutro, impulsando aún más la trayectoria del movimiento hacia la aceptación generalizada. A medida que la industria de la moda sufre una metamorfosis notable, está claro que la revolución unisex no sólo está redefiniendo los guardarropas sino también remodelando las percepciones y desafiando las normas convencionales.

En 2015, Tokyo Girls, una marca japonesa, se embarcó en un camino audaz, reflejando los avances innovadores de las casas de moda occidentales. Su presentación en la pasarela mostró una combinación de ropa para hombres y mujeres, con modelos masculinos con blusas adornadas con lazos, monos con adornos de encaje e incluso llamativos vestidos de novia.

Este desfile dejó una marca indeleble en la sensibilidad de la moda japonesa, provocando el surgimiento de una subcultura completamente nueva: el Kei sin género, un estilo asexual que desafía las normas tradicionales de género. Dentro de este movimiento, las celebridades masculinas abrazan con orgullo conjuntos vibrantes y femeninos complementados con uñas pintadas, maquillaje artístico y lentes de contacto de colores cautivadores.

Sin embargo, el fenómeno de que los hombres usen faldas y vestidos va más allá de la mera novedad. Íconos de diversos campos han lucido con confianza estas prendas, ejemplificando un cambio de paradigma en la percepción de la moda y el género. Leyendas como Mick Jagger de los Rolling Stones y Anthony Kiedis de los Red Hot Chili Peppers han aparecido sin complejos en los escenarios con atrevidos vestidos de revista. De manera similar, las luminarias del rap Kanye West y Diddy se han puesto audazmente faldas escocesas durante sus actuaciones. Esta tendencia se extiende a diversos artistas, incluidos Robbie Williams, Martin Gore de Depeche Mode, Jonathan Davis de Korn y Jared Leto, quien constantemente desafía la vestimenta convencional al adoptar faldas y vestidos como parte de su estilo característico.

Entre estos pioneros, Young Thug se destaca por integrar a la perfección ropa de mujer en su guardarropa cotidiano. Este rapero seguro de sí mismo ha abrazado este estilo único desde los doce años, afirmando firmemente que la ropa poco convencional no disminuye su masculinidad sino que realza su identidad como hombre.

El rotundo éxito y la amplia aceptación de la moda unisex marcan un momento crucial en la evolución del estilo y la cultura. A medida que la moda continúa evolucionando, las secciones de tienda específicas para cada género pueden volverse irrelevantes, dando paso a una era de libertad sartorial ilimitada. Con diseñadores con visión de futuro a la vanguardia, defendiendo un mundo donde la ropa trasciende los roles de género prescritos, la moda unisex no sólo remodela la industria sino que también refleja una profunda transformación social hacia un futuro más inclusivo y tolerante.

Foto proporcionada por el autor.

Filed Under: Vida Cotidiana Tagged With: moda, normas de género, moda moderna, titleys.com.au